viernes, 14 de septiembre de 2012

Formación de precios en la Argentina


 Nos proponemos en el siguiente informe contribuir a una explicación de la formación de los precios de los alimentos en la República Argentina. Resulta de extrema importancia comprender este proceso ya que nos brinda herramientas para pensar alternativas y contar con herramientas para hacer frente a los eventuales procesos inflacionarios. Sabiendo que el precio de los alimentos además, es un determinante fundamental del poder adquisitivo de los trabajadores argentinos, ya que gran parte del salario promedio se destina para cubrir las necesidades alimentarias de las familias argentinas.

El contexto internacional actual: aumento constante en el precio de los alimentos en particular y en las materias primas en general

Como señala un informe referido a los precios internacionales de los alimentos:

A partir del año 2004 y más claramente a partir del año 2006, los precios nominales de los alimentos han subido significativamente, poniendo fin a un período de cuatro décadas caracterizado por la tendencia declinante de los precios de los alimentos. Este incremento de los precios ha afectado a la economía mundial y en particular a los países que son importadores netos de alimentos. El incremento de los precios ha sido especialmente importante en los alimentos básicos: aceites vegetales, arroz, trigo y productos lácteos.”1

Precio internacional de alimentos y del petróleo, en dólares corrientes, hasta el año 2007 (click para agrandar)

Fuente: Piñeyro, Martín, Bianchi Eduardo “PRECIOS DE LOS ALIMENTOS, COMERCIO INTERNACIONAL Y POBREZA”

¿Por qué aumentan los precios internacionales de los alimentos?

Existen diversas causas que explican el aumento de los precios internacionales de los alimentos. Las más importantes son:

1) El incremento de la demanda de países en desarrollo especialmente del
Asia, esto se produce debido a:

  1. existe un fuerte incremento poblacional de los países asiáticos,
  2. el consumo también sube en esos países
  3. la urbanización crece
  4. muchos trabajadores de esos países están dejando de ser pobres, por lo que están aumentando su consumo de proteínas.

China y parcialmente la India, por su dimensión y por la velocidad del crecimiento económico
experimentado durante la última década, son los principales actores de este proceso. En estos casos aumenta el consumo per capita tanto en cantidad como en relación a la composición de dicho consumo. El mayor consumo de carne y lácteos significa una demanda derivada para cereales y subproductos de las oleaginosas, haciendo que la cantidad de recursos naturales, tierra y agua, necesarios para alimentar a una persona sea significativamente mayor. Diversas estimaciones sugieren que los aumentos de la demanda mundial para el año 2020 será consecuencia del consumo adicional de los países en desarrollo, en porcentajes que van entre el 80% y el 90% en carnes, cereales, oleaginosas, frutas de pepita y frutas cítricas.”2

Pero el incremento de la demanda de alimentos de los países asiáticos, no es el único factor explicativo del aumento de los precios internacionales de los alimentos. También se suman otros factores, como por ejemplo el creciente uso de Biocombustibles. De forma cada vez más extendida, se impulsan normativas que establecen la obligatoriedad del uso de biocombustibles en un número de países como Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil. La demanda de maíz para Biocombustibles en Estados Unidos consume ya el 30% de la producción de dicho cereal, mientras que en la UE el consumo de varios cultivos alimenticios, incluyendo el trigo, es ya significativo en términos del mercado de alimentos. Estimaciones del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI según sus siglas en inglés) sugieren que 30% del incremento del precio de los cereales está explicado por la producción de biocombustibles, especialmente en EEUU.

El origen de los precios de alimentos en la República Argentina

La Argentina es un país que exporta, entre otros, productos agropecuarios. Esto quiere decir simplemente que el país exporta lo que come. Por lo que, cualquier aumento de los precios internacionales de estos productos alimenticios, de no mediar la intervención y acción del Estado Nacional, significará un aumento en los precios internos.

Este aumento de los precios internacionales, ha tenido como primer efecto un fuerte impacto en el aumento del precio del valor de la tierra. Como la tierra rural es un activo que produce una ganancia esperada (un “retorno”, en este caso luego de la venta y comercialización del producto agrícola producido en esa tierra), su valor depende del flujo esperado de recursos que proviene de su explotación.

Por esta razón, el valor de la tierra es una buena medida de la rentabilidad de esa misma tierra. Veamos a continuación un gráfico que ilustra la evolución en el precio de la tierra en los últimos años:



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Fuente: Bulrrich Campos SA.

Como puede observarse, el aumento de precios de los principales productos alimenticios de exportación está generando un aumento en el precio de la tierra rural. Otro gráfico que sirve para ver este proceso es el que muestra la relación “tierra/producto”. Tomamos el trigo porque es la principal materia prima para la elaboración del pan, pero la misma situación se da en el caso de la soja y del resto de los cultivos.

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Fuente: Compañía Argentina de Tierras

¿Qué es la relación tierra / producto?

Tanto para quienes están ante decisiones de compra o de venta se presenta la relación tierra/producto. Se muestra la serie histórica de quintales de maíz y trigo, y kilos de novillo y ternero para comprar 1 hectárea en las zonas maicera, triguera, de invernada y de cría.

Esto quiere decir que la tierra rural es cada vez más cara en la Argentina, porque los precios internacionales de los productos alimenticios no paran de aumentar. El precio de la tierra refleja esa rentabilidad esperada para los dueños de la tierra. Quienes más se benefician con el aumento en el precio internacional de las materias primas y de los alimentos son, precisamente, los dueños de la tierra.

¿Quiere decir esto que el productor agrícola es el “culpable” del aumento de precios de alimentos?

La respuesta claramente es no. El productor agrícola no es responsable o “culpable” del aumento de los precios, pero entre ese grupo de productores, quienes más se benefician con los aumentos son los propietarios de la tierra. Su “activo”, en este caso la tierra, por efecto del aumento internacional del precio cada vez se valoriza más, encareciendo el costo de toda la producción alimentaria.

Los efectos de los aumentos de precios internacionales en la economía argentina

Frente a esta realidad de aumento de precios internacionales, los medios y los economistas ortodoxos repiten que las causas de la inflación se encuentran en la política económica del Gobierno Nacional. ¿Pero qué política económica es la que estos sectores critican?

1) La política de aumento del consumo interno. Por eso es que una de las frases que más escuchamos es “La inflación en la Argentina es porque hay demasiado CONSUMO”.

Otra supuesta “causa” de la inflación es, el gasto del Gobierno. La frase más repetida por estos “analistas” de la realidad nacional es:

2) “La inflación en la Argentina es porque el Gobierno GASTA mucho”. Una variante de esta frase, relacionada es: “La inflación es porque imprimen mucho dinero”.

La realidad es que todos estos supuestos “diagnósticos” son falsos. El aumento en los precios de los últimos años no tiene ninguna relación con la “demanda agregada” ni con la política fiscal como sostienen los “expertos” Lopez Murphy, Tincho Redrado, Melconian, o Cavallo y que el resto de periodistas repiten.

Para demostrar la falsedad de estas afirmaciones, veamos a continuación un gráfico aparecido en un artículo periodístico del diario BAE, que toma los datos de un informe de la “Cátedra Jauretche”.

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NOTA: el índice de precios está tomado en el informe de la “Cátedra Jauretche” del IPC de las Provincias, no del INDEC, este índice de 7 provincias es el más aceptado por los medios opositores.

Como puede observarse en el gráfico y según señala el informe, “el incremento de los precios, impulsado por la inflación de precios de los alimentos y bebidas, se origina en el auge exportador de materias primas que vive el sector agrícola a partir del fuerte incremento de los precios internacionales de los principales productos de exportación3.

Por otro lado, la vinculación entre el precio de exportación de los principales cultivos del sector agropecuario con el precio de los alimentos para el mercado interno se produce en parte porque esos mismos cultivos son insumos de gran parte de los alimentos destinados al mercado interno (especialmente el trigo y el maíz que se utilizan para la elaboración de harina, fideos, polenta, engorde de pollos, entre otros). Adicionalmente, los cultivos de exportación compiten por la tierra frente a la ganadería y otras producciones regionales como el arroz o el algodón.”4

La puja distributiva como factor de “propagación de los aumentos de precios”

Este proceso de encarecimiento de los alimentos genera consecuencias sobre el poder adquisitivo de los salarios. ¿Por que ocurre esto? La idea es simple, debido a que gran parte del salario de un trabajador se destina a la canasta de alimentos, todo encarecimiento de esta derivara en un aumento del costo de vida que hace necesario la pelea por la mejora salarial. Pero el proceso no finaliza ahí. Posteriormente otorgado el aumento salarial, los empresarios remarcan para sostener los mismos márgenes de ganancia que tenían antes de los aumentos.

En el siguiente gráfico puede observarse como los márgenes de ganancia aplicados por producción han aumentado en todos los casos, con excepción de los productos lácteos. Este es el fundamento practico de la llamada “puja distributiva”, es decir, frente a cada aumento salarial, el margen de ganancia aplicado se sostiene o aumenta levemente, para sostener la rentabilidad o acrecentarla.

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Fuente: CNAJ en base a MECON

Pese a todo lo anteriormente señalado, resulta necesario aclarar que el Gobierno Nacional viene implementando una serie de políticas destinadas a contener el aumento de precios “importado” hacia el mercado interno. Esta batería de políticas incluye subsidios, congelamiento de tarifas de servicios públicos, retenciones a las exportación de productos primarios para desacoplar precios internos, entre otras.

Con el fin de brindar información respecto a la calidad de vida de la población en Argentina, es de suma utilidad realizar un análisis comparativo del poder de compra del salario mínimo en la Argentina, en relación al poder de compra de los salarios mínimos en otros paises de America Latina. Con esto podremos derrumbar ciertos “mitos” difundidos por los economistas ortodoxos cuando hablan de los “milagros” de los demás países latinoamericanos. Estos personajes hablan de crecimientos magníficos, pero no profundizan en cómo se distribuye esa riqueza al interior de los países, es decir, sólo miran las rentabilidades de las empresas sin tener en cuenta la calidad de vida de la población.

El rol de la concentración en el mercado alimentario

Resulta importante señalar que, si bien el origen de los aumentos en los alimentos radica en el comportamiento del mercado internacional de materias primas, la fuerte concentración de las industrias que procesan esas materias primas para elaborar alimentos y de la distribución de los mismos agrava el problema de los aumentos.

Como señala un artículo publicado por Roberto Navarro, en la edición del diario Página 12 del día 29 de Mayo de 2011, “el mercado de alimentos en el país está fuertemente concentrado. El 80 por ciento del aceite que se consume lo producen dos empresas: Molinos Río de la Plata y Aceitera General Deheza. En lácteos, el 78 por ciento lo manejan La Serenísima y Sancor. En enlatados, como tomates y arvejas, la posición dominante la ejerce Arcor, que concentra el 70 por ciento. El 75 por ciento del azúcar que se consume es de Ledesma. Esas empresas, hegemónicas en sus mercados, elaboran productos de primeras marcas, con una demanda creciente de la clase media y media alta. Ante esa situación, aumentan los precios muy por arriba del incremento de sus costos y del resto de las productoras de alimentos.

Estos comportamientos, técnicamente denominados “abuso de posición dominante”, estás prohibidos por la ley de lealtad comercial y su práctica es pasible de ser penada con fortísimas multas. En principio, ni este Gobierno ni los anteriores han armado un equipo con la cantidad y calidad de técnicos necesarios para elaborar un expediente que contenga la información imprescindible sobre la empresa y el mercado para demostrar ante la Justicia el abuso de posición dominante. Por otra parte, en las pocas ocasiones en que se multó a una empresa mediante un expediente administrativo, éstas lograron revertirlo ante jueces más proclives a ceder al lobby empresario que a defender el derecho de los consumidores.

El proceso de concentración, que comenzó en la década del ochenta y se profundizó con la desregulación de los mercados en los noventa tuvo como protagonistas a esas compañías. Por ejemplo, en el mercado de las mayonesas, en la década del ochenta, competían Hellmann’s, que en ese momento pertenecía a Refinerías de Maíz, Fanacoa, una empresa mediana, Dánica, Sancor y otras. En ese momento, esas empresas competían por precios para sostener sus respectivas cuotas de mercado. En la actualidad, luego de varios cambios de manos, Unilever posee el 70 por ciento del mercado de mayonesa, con Hellman’s y Fanacoa; otro 15 por ciento quedó en manos de Natura, de Aceitera General Deheza. Con esta posición dominante el precio de la mayonesa Hellmann’s se incrementó un 35 por ciento en 2010.

En varias ocasiones surgieron empresas medianas que se hicieron fuertes en algunas provincias vendiendo productos de la misma calidad que las primeras marcas a precios hasta un 50 por ciento más baratos. La estrategia de las líderes fue disminuir sus precios sólo en las zonas en que veían peligrar su porción de mercado. También suelen exigirles a sus clientes la compra del producto que enfrenta un nuevo competidor como requisito para entregarles productos de primera necesidad, como harina o aceite. El apogeo de las grandes cadenas de supermercados también jugó a favor de las líderes. Las pequeñas y medianas empresas no tienen el poder de negociación para permanecer en las góndolas de los grandes comercios”.5

Al problema de concentración y extranjerización en la producción, se le suma el problema de la extranjerización en la comercialización de alimentos. Recientes declaraciones del empresario de la carne Alberto Samid son esclarecedoras al respecto: “la madre del problema es la inflación. Y esta tiene su origen en las góndolas de los supermercados extranjeros que remarcan incesantemente los precios, especialmente de los productos alimenticios que tienen tan sensible impacto inflacionario.

El productor de Río Negro recibe dos pesos por kilo de manzana, pero en las góndolas el precio es de 10 pesos o mas; es posible vender los distintos cortes de carne entre 25 y 35 pesos el kilo y el lomo a poco mas de 40, no a 70 u 80 pesos como ocurre en los supermercados; hace un año el tambero recibía $ 1,70 por litro de leche y el consumidor pagaba 4 pesos, hoy el tambero cobra menos, $ 1,50 el litro, pero el consumidor paga mas, 6 pesos; los supermercados almacenaron 100 millones de kilos de yerba, al poco tiempo elevaron el precio en 5 pesos el kilo y, con solo guardar el producto en los galpones, ganaron 500 millones de pesos o 100 millones de dólares; compran la papa a $ 0,80 y la venden a 7 pesos o mas. Y como si esto fuera poco reciben diez cargas y recién comienzan a pagar la primera.

Así acumulan exorbitantes ganancias que permiten a los supermercados extranjeros girar millones al exterior, un enorme poder frente a productores y consumidores y una monumental expansión. Por ejemplo, el supermercado francés en muy poco tiempo pasó de uno a 277 locales y ahora cuenta con alrededor de 2.000 sumando Día y Eki. En tanto, los yanquis y chinos son ya mas de 3.000. (…) la inflación el factor distorsionante. También es culpable del aumento del costo argentino que amenaza nuestra capacidad de exportar a precios competitivos.

Cuando los argentinos tengamos conciencia de ello, cuando comprendamos que la inflación es la madre del problema y descubramos donde se origina, se termina la polémica. Sabemos que el Mercado Central no provoca inflación pues no hay quien se pase el día remarcado los precios: los productos llegan directamente del productor al consumidor. Claro que no todos los consumidores pueden acercarse al Mercado Central. Es preciso que mas mercados centrales se acerquen donde están los consumidores.

Por supuesto que en el gobierno hay gente capacitada para emprender el camino hacia una solución definitiva. Una solución que elimine para siempre el factor inflacionario. Productores y consumidores estarán muy agradecidos. En primer lugar porque será posible reducir a 1.800 pesos mensuales la alimentación de una familia que hoy requiere 3.000 pesos”.6

Con lo anteriormente expuesto, queremos señalar que la inflación es un fenómeno complejo, originado en un aumento de los precios internacionales de alimentos, que valoriza los campos, es decir los activos en propiedad de los terranientes. A ese fenómeno, se le suma la concentración y extranjerización, tanto en la producción de alimentos envasados, como en su comercialización. Esta extranjerización termina agravando el problema de los aumentos, ya que los márgenes aplicados por estos grandes supermercadistas resultan excesivos.

Frente a esta realidad, el Gobierno Nacional pone en práctica mecanismos de gestión para evitar el encarecimiento del costo de vida de los trabajadores. Algunos de ellos buscan atacar las causas primarias de los aumentos (como las retenciones a las exportaciones, el revalúo fiscal de la tierra rural) y otros mecanismos para combatir la concentración en la distribución y logística de los alimentos, como las compras comunitarias y el fomento a la apertura de mercados centrales municipales, que comercialicen alimentos a precios populares. Además de eso, el Gobierno Nacional subsidia el combustible y el transporte público, principal medio de transporte utilizado por los trabajadores para desplazarse hacia sus respectivos lugares de trabajo. Todo esto tiene como resultado el poder de compra más grande de América del Sur, en relación al salario mínimo del país. Mostramos a continuación una serie de relevamientos que ejemplifican esto.

Un análisis comparado del poder de compra del salario mínimo

Presentamos a continuación un gráfico que ilustra en términos comparativos el salario mínimo en los principales países suramericanos para el mes de Agosto de 2012, y su capacidad de compra sobre algunos productos que componen la canasta básica. Este trabajo es una actualización del documento elaborado en el año 2010 por el compañero Ivan Heyn, a él nuestro cariño y reconocimiento por su compromiso y militancia.

Gráfico: poder de compra y salario mínimo en países sudamericanos


Fuente: elaboración propia.

El color amarillo indica el país donde más alcanza para comprar. El color verde indica el segundo país que le sigue en poder de compra. Como puede observarse, Argentina es el país con más poder de compra en la mayoría de los rubros, seguido por Chile, Perú, Paraguay y Uruguay. Argentina es el país con el salario mínimo con mas poder de compra en todos los productos menos en Fideos y Lomo, donde se sitúa en segundo lugar, y en Pan, huevos y papas. Por otro lado, resulta necesario señalar que el Argentina posee el salario mínimo mas alto de suramérica.

Presentamos a continuación otro gráfico donde presentamos la misma tabla pero para los combustibles y el transporte público.



Fuente: elaboración propia.

Como puede observarse, en el caso de la nafta y del transporte público, Argentina también posee el mayor poder de compra, seguido por Uruguay y Chile.

Finalmente adjuntamos a continuación una tabla con los salarios mínimos en moneda local y en pesos por país suramericano.


Fuente: elaboración propia.

Conclusiones

Como hemos visto, el aumento de los precios de las materias primas tiene un impacto a nivel mundial en el alza del precio de los alimentos, afectando de esta manera a los sectores vulnerables que son los que mayor porcentaje del salario destinan al consumo de alimentos. Este impacto es más dramático en los países exportadores de alimentos como es el caso de la Argentina, debido a que la producción para la exportación, compite directamente con las necesidades de la población.

Pese a esto, debido a las políticas de ingreso implementadas por el Gobierno Nacional desde 2003 hasta la fecha, de aumento del salario real, como así también el aumento de jubilaciones y pensiones y asignaciones familiares que permiten el sostenimiento del consumo y de la demanda, además de otros instrumentos como las retenciones a las exportaciones, se ha logrado mantener el poder de compra más elevado de América Latina en términos comparativos.

Esto no quiere decir que no puedan seguir implementándose medidas de mejoramiento del poder adquisitivo de todos los ciudadanos, pero si muestra cuál es el horizonte y el rumbo llevado adelante por el proyecto nacional y popular.

1 Piñeyro, Martín, Bianchi Eduardo “PRECIOS DE LOS ALIMENTOS, COMERCIO
INTERNACIONAL Y POBREZA”
2 Piñeyro, Martín, Bianchi Eduardo “PRECIOS DE LOS ALIMENTOS, COMERCIO INTERNACIONAL Y POBREZA”
3Cátedra Nacional Arturo Jauretche “Informe sobre precios internacionales e inflación”.
4Cátedra Nacional Arturo Jauretche “Informe sobre precios internacionales e inflación”.
5http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-5192-2011-05-29.html
6Reportaje a Alberto Samid en Canal 26 – 28 de Junio de 2012.

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