Nos proponemos en el siguiente informe contribuir a una explicación
de la formación de los precios de los alimentos en la República
Argentina. Resulta de extrema importancia comprender este proceso ya
que nos brinda herramientas para pensar alternativas y contar con
herramientas para hacer frente a los eventuales procesos
inflacionarios. Sabiendo que el precio de los alimentos además, es
un determinante fundamental del poder adquisitivo de los trabajadores
argentinos, ya que gran parte del salario promedio se destina para
cubrir las necesidades alimentarias de las familias argentinas.
El contexto internacional actual: aumento constante en el precio
de los alimentos en particular y en las materias primas en general
Como señala un informe referido a los precios internacionales de los
alimentos:
“A partir del
año 2004 y más claramente a partir del año 2006, los precios
nominales de los alimentos han subido significativamente, poniendo
fin a un período de cuatro décadas caracterizado por la tendencia
declinante de los precios de los alimentos. Este incremento de los
precios ha afectado a la economía mundial y en particular a los
países que son importadores netos de alimentos. El incremento de los
precios ha sido especialmente importante en los alimentos básicos:
aceites vegetales, arroz, trigo y productos lácteos.”
Precio internacional de alimentos y del petróleo, en dólares
corrientes, hasta el año 2007 (click para agrandar)
Fuente: Piñeyro, Martín,
Bianchi Eduardo “PRECIOS DE LOS ALIMENTOS, COMERCIO INTERNACIONAL Y
POBREZA”
¿Por qué aumentan los precios internacionales de los alimentos?
Existen diversas causas que explican el aumento de los precios
internacionales de los alimentos. Las más importantes son:
1) El incremento de la demanda de países en desarrollo especialmente
del
Asia, esto se produce debido a:
existe un fuerte incremento poblacional de los países asiáticos,
el consumo también sube en esos países
la urbanización crece
muchos trabajadores de esos países están dejando de ser pobres,
por lo que están aumentando su consumo de proteínas.
“China y parcialmente la India, por su dimensión y por la
velocidad del crecimiento económico
experimentado durante la última década,
son los principales actores de este proceso. En estos casos aumenta
el consumo per capita tanto en cantidad como en relación a la
composición de dicho consumo. El mayor consumo de carne y lácteos
significa una demanda derivada para cereales y subproductos de las
oleaginosas, haciendo que la cantidad de recursos naturales, tierra y
agua, necesarios para alimentar a una persona sea significativamente
mayor. Diversas estimaciones sugieren que los aumentos de la demanda
mundial para el año 2020 será consecuencia del consumo adicional de
los países en desarrollo, en porcentajes que van entre el 80% y el
90% en carnes, cereales, oleaginosas, frutas de pepita y frutas
cítricas.”
Pero el incremento de la demanda de alimentos de los países
asiáticos, no es el único factor explicativo del aumento de los
precios internacionales de los alimentos. También se suman otros
factores, como por ejemplo el creciente uso de Biocombustibles.
De forma cada vez más extendida, se impulsan normativas que
establecen la obligatoriedad del uso de biocombustibles en un número
de países como Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil. La
demanda de maíz para Biocombustibles en Estados Unidos consume ya el
30% de la producción de dicho cereal, mientras que en la UE el
consumo de varios cultivos alimenticios, incluyendo el trigo, es ya
significativo en términos del mercado de alimentos. Estimaciones del
Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias
(IFPRI según sus siglas en inglés) sugieren que 30% del incremento
del precio de los cereales está explicado por la producción de
biocombustibles, especialmente en EEUU.
El origen de los precios de alimentos en la República Argentina
La Argentina es un país que exporta, entre otros, productos
agropecuarios. Esto quiere decir simplemente que el país exporta
lo que come. Por lo que, cualquier aumento de los precios
internacionales de estos productos alimenticios, de no mediar la
intervención y acción del Estado Nacional, significará un aumento
en los precios internos.
Este aumento de los precios internacionales, ha tenido como primer
efecto un fuerte impacto en el aumento del precio del valor de la
tierra. Como la tierra rural es un activo que produce una ganancia
esperada (un “retorno”, en este caso luego de la venta y
comercialización del producto agrícola producido en esa tierra), su
valor depende del flujo esperado de recursos que proviene de su
explotación.
Por esta razón, el valor de la tierra es una buena medida de la
rentabilidad de esa misma tierra. Veamos a continuación un gráfico
que ilustra la evolución en el precio de la tierra en los últimos
años:
(click para agrandar)
Fuente: Bulrrich Campos SA.
Como puede observarse, el aumento de precios de los principales
productos alimenticios de exportación está generando un aumento en
el precio de la tierra rural. Otro gráfico que sirve para ver este
proceso es el que muestra la relación “tierra/producto”. Tomamos
el trigo porque es la principal materia prima para la elaboración
del pan, pero la misma situación se da en el caso de la soja y del
resto de los cultivos.
(click para agrandar)
Fuente: Compañía
Argentina de Tierras
¿Qué es la relación tierra / producto?
Tanto para quienes están ante decisiones
de compra o de venta se presenta la relación tierra/producto. Se
muestra la serie histórica de quintales de maíz y trigo, y kilos de
novillo y ternero para comprar 1 hectárea en las zonas maicera,
triguera, de invernada y de cría.
Esto quiere decir que la tierra rural es
cada vez más cara en la Argentina, porque los precios
internacionales de los productos alimenticios no paran de aumentar.
El precio de la tierra refleja esa rentabilidad esperada para los
dueños de la tierra. Quienes más se benefician con el aumento en el
precio internacional de las materias primas y de los alimentos son,
precisamente, los dueños de la tierra.
¿Quiere decir esto que el productor agrícola es el “culpable”
del aumento de precios de alimentos?
La respuesta claramente es no. El productor agrícola no es
responsable o “culpable” del aumento de los precios, pero
entre ese grupo de productores, quienes más se benefician con
los aumentos son los propietarios de la tierra. Su “activo”,
en este caso la tierra, por efecto del aumento internacional del
precio cada vez se valoriza más, encareciendo el costo de
toda la producción alimentaria.
Los efectos de los aumentos de precios internacionales en la
economía argentina
Frente a esta realidad de aumento de precios internacionales, los
medios y los economistas ortodoxos repiten que las causas de la
inflación se encuentran en la política económica del Gobierno
Nacional. ¿Pero qué política económica es la que estos sectores
critican?
1) La política de aumento del consumo interno. Por eso es que una de
las frases que más escuchamos es “La
inflación en la Argentina es porque hay demasiado CONSUMO”.
Otra supuesta “causa” de la inflación es,
el gasto del Gobierno. La frase más repetida por estos “analistas”
de la realidad nacional es:
2) “La inflación en la Argentina es porque
el Gobierno GASTA mucho”. Una variante de esta frase, relacionada
es: “La inflación es porque imprimen mucho dinero”.
La realidad es que todos estos supuestos
“diagnósticos” son falsos. El aumento en los precios de los
últimos años no tiene ninguna relación con la “demanda agregada”
ni con la política fiscal como sostienen los “expertos” Lopez
Murphy, Tincho Redrado, Melconian, o Cavallo y que el resto de
periodistas repiten.
Para demostrar la falsedad de estas
afirmaciones, veamos a continuación un gráfico aparecido en un
artículo periodístico del diario BAE, que toma los datos de un
informe de la “Cátedra Jauretche”.
(click para agrandar)
NOTA: el
índice de precios está tomado en el informe de la “Cátedra
Jauretche” del IPC de las Provincias, no del INDEC, este índice de 7 provincias es el más aceptado por los medios opositores.
Como puede observarse en el gráfico y según
señala el informe, “el
incremento de los precios, impulsado por la inflación de precios de
los alimentos y bebidas, se origina en el auge exportador de materias
primas que vive el sector agrícola a partir del fuerte incremento de
los precios internacionales de los principales productos de
exportación”.
Por otro lado, “la
vinculación entre el precio de exportación de los principales
cultivos del sector agropecuario con el precio de los alimentos para
el mercado interno se produce en parte porque esos
mismos cultivos son insumos de gran parte de los alimentos destinados
al mercado interno
(especialmente el trigo y el maíz que se utilizan para la
elaboración de harina, fideos, polenta, engorde de pollos, entre
otros). Adicionalmente, los cultivos de exportación compiten por la
tierra frente a la ganadería y otras producciones regionales como el
arroz o el algodón.”
La puja distributiva como factor de
“propagación de los aumentos de precios”
Este proceso de encarecimiento de los alimentos
genera consecuencias sobre el poder adquisitivo de los salarios. ¿Por
que ocurre esto? La idea es simple, debido a que gran parte del
salario de un trabajador se destina a la canasta de alimentos, todo
encarecimiento de esta derivara en un aumento del costo de vida que
hace necesario la pelea por la mejora salarial. Pero el proceso no
finaliza ahí. Posteriormente otorgado el aumento salarial, los
empresarios remarcan para sostener los mismos márgenes de ganancia
que tenían antes de los aumentos.
En el siguiente gráfico puede observarse como
los márgenes de ganancia aplicados por producción han aumentado en
todos los casos, con excepción de los productos lácteos. Este es el
fundamento practico de la llamada “puja distributiva”, es decir,
frente a cada aumento salarial, el margen de ganancia aplicado se
sostiene o aumenta levemente, para sostener la rentabilidad o
acrecentarla.
(click para agrandar)
Fuente: CNAJ en base a MECON
Pese a todo lo anteriormente señalado, resulta
necesario aclarar que el Gobierno Nacional viene implementando una
serie de políticas destinadas a contener el aumento de precios
“importado” hacia el mercado interno. Esta batería de políticas
incluye subsidios, congelamiento de tarifas de servicios públicos,
retenciones a las exportación de productos primarios para desacoplar
precios internos, entre otras.
Con el fin de brindar información respecto a
la calidad de vida de la población en Argentina, es de suma utilidad
realizar un análisis comparativo del poder de compra del salario
mínimo en la Argentina, en relación al poder de compra de los
salarios mínimos en otros paises de America Latina. Con esto
podremos derrumbar ciertos “mitos” difundidos por los economistas
ortodoxos cuando hablan de los “milagros” de los demás países
latinoamericanos. Estos personajes hablan de crecimientos magníficos,
pero no profundizan en cómo se distribuye esa riqueza al interior de
los países, es decir, sólo miran las rentabilidades de las empresas
sin tener en cuenta la calidad de vida de la población.
El rol de la concentración en el mercado
alimentario
Resulta importante señalar que, si bien el
origen de los aumentos en los alimentos radica en el comportamiento
del mercado internacional de materias primas, la fuerte concentración
de las industrias que procesan esas materias primas para elaborar
alimentos y de la distribución de los mismos agrava el problema de
los aumentos.
Como señala
un artículo publicado por Roberto Navarro, en la edición del diario
Página 12 del día 29 de Mayo de 2011, “el
mercado de alimentos en el país está fuertemente concentrado. El 80
por ciento del aceite que se consume lo producen dos empresas:
Molinos Río de la Plata y Aceitera General Deheza. En lácteos, el
78 por ciento lo manejan La Serenísima y Sancor. En enlatados, como
tomates y arvejas, la posición dominante la ejerce Arcor, que
concentra el 70 por ciento. El 75 por ciento del azúcar que se
consume es de Ledesma. Esas empresas, hegemónicas en sus mercados,
elaboran productos de primeras marcas, con una demanda creciente de
la clase media y media alta. Ante esa situación, aumentan los
precios muy por arriba del incremento de sus costos y del resto de
las productoras de alimentos.
Estos comportamientos, técnicamente denominados “abuso de
posición dominante”, estás prohibidos por la ley de lealtad
comercial y su práctica es pasible de ser penada con fortísimas
multas. En principio, ni este Gobierno ni los anteriores han armado
un equipo con la cantidad y calidad de técnicos necesarios para
elaborar un expediente que contenga la información imprescindible
sobre la empresa y el mercado para demostrar ante la Justicia el
abuso de posición dominante. Por otra parte, en las pocas ocasiones
en que se multó a una empresa mediante un expediente administrativo,
éstas lograron revertirlo ante jueces más proclives a ceder al
lobby empresario que a defender el derecho de los consumidores.
El proceso de concentración, que comenzó en
la década del ochenta y se profundizó con la desregulación de los
mercados en los noventa tuvo como protagonistas a esas compañías.
Por ejemplo, en el mercado de las mayonesas, en la década del
ochenta, competían Hellmann’s, que en ese momento pertenecía a
Refinerías de Maíz, Fanacoa, una empresa mediana, Dánica, Sancor y
otras. En ese momento, esas empresas competían por precios para
sostener sus respectivas cuotas de mercado. En la actualidad, luego
de varios cambios de manos, Unilever posee el 70 por ciento del
mercado de mayonesa, con Hellman’s y Fanacoa; otro 15 por ciento
quedó en manos de Natura, de Aceitera General Deheza. Con esta
posición dominante el precio de la mayonesa Hellmann’s se
incrementó un 35 por ciento en 2010.
En varias ocasiones surgieron empresas medianas
que se hicieron fuertes en algunas provincias vendiendo productos de
la misma calidad que las primeras marcas a precios hasta un 50 por
ciento más baratos. La estrategia de las líderes fue disminuir sus
precios sólo en las zonas en que veían peligrar su porción de
mercado. También suelen exigirles a sus clientes la compra del
producto que enfrenta un nuevo competidor como requisito para
entregarles productos de primera necesidad, como harina o aceite. El
apogeo de las grandes cadenas de supermercados también jugó a favor
de las líderes. Las pequeñas y medianas empresas no tienen el poder
de negociación para permanecer en las góndolas de los grandes
comercios”.
Al problema de concentración y
extranjerización en la producción, se le suma el problema de la
extranjerización en la comercialización de alimentos. Recientes
declaraciones del empresario de la carne Alberto Samid son
esclarecedoras al respecto: “la madre del problema es la
inflación. Y esta tiene su origen en las góndolas de los
supermercados extranjeros que remarcan incesantemente los precios,
especialmente de los productos alimenticios que tienen tan sensible
impacto inflacionario.
El productor de Río Negro recibe dos pesos por
kilo de manzana, pero en las góndolas el precio es de 10 pesos o
mas; es posible vender los distintos cortes de carne entre 25 y 35
pesos el kilo y el lomo a poco mas de 40, no a 70 u 80 pesos como
ocurre en los supermercados; hace un año el tambero recibía $ 1,70
por litro de leche y el consumidor pagaba 4 pesos, hoy el tambero
cobra menos, $ 1,50 el litro, pero el consumidor paga mas, 6 pesos;
los supermercados almacenaron 100 millones de kilos de yerba, al poco
tiempo elevaron el precio en 5 pesos el kilo y, con solo guardar el
producto en los galpones, ganaron 500 millones de pesos o 100
millones de dólares; compran la papa a $ 0,80 y la venden a 7 pesos
o mas. Y como si esto fuera poco reciben diez cargas y recién
comienzan a pagar la primera.
Así acumulan exorbitantes ganancias que
permiten a los supermercados extranjeros girar millones al exterior,
un enorme poder frente a productores y consumidores y una monumental
expansión. Por ejemplo, el supermercado francés en muy poco tiempo
pasó de uno a 277 locales y ahora cuenta con alrededor de 2.000
sumando Día y Eki. En tanto, los yanquis y chinos son ya mas de
3.000. (…) la inflación el factor distorsionante. También es
culpable del aumento del costo argentino que
amenaza nuestra capacidad de exportar a precios competitivos.
Cuando los argentinos tengamos conciencia de
ello, cuando comprendamos que la inflación es la madre
del problema y descubramos donde se origina, se termina la polémica.
Sabemos que el Mercado Central no provoca inflación pues no hay
quien se pase el día remarcado los precios: los productos llegan
directamente del productor al consumidor. Claro que no todos los
consumidores pueden acercarse al Mercado Central. Es preciso que mas
mercados centrales se acerquen donde están los consumidores.
Por supuesto que en el gobierno hay gente
capacitada para emprender el camino hacia una solución definitiva.
Una solución que elimine para siempre el factor inflacionario.
Productores y consumidores estarán muy agradecidos. En primer lugar
porque será posible reducir a 1.800 pesos mensuales la alimentación
de una familia que hoy requiere 3.000 pesos”.
Con lo anteriormente expuesto, queremos señalar
que la inflación es un fenómeno complejo, originado en un aumento
de los precios internacionales de alimentos, que valoriza los campos,
es decir los activos en propiedad de los terranientes. A ese
fenómeno, se le suma la concentración y extranjerización, tanto en
la producción de alimentos envasados, como en su comercialización.
Esta extranjerización termina agravando el problema de los aumentos,
ya que los márgenes aplicados por estos grandes supermercadistas
resultan excesivos.
Frente a esta realidad, el Gobierno Nacional
pone en práctica mecanismos de gestión para evitar el
encarecimiento del costo de vida de los trabajadores. Algunos de
ellos buscan atacar las causas primarias de los aumentos (como las
retenciones a las exportaciones, el revalúo fiscal de la tierra
rural) y otros mecanismos para combatir la concentración en la
distribución y logística de los alimentos, como las compras
comunitarias y el fomento a la apertura de mercados centrales
municipales, que comercialicen alimentos a precios populares. Además
de eso, el Gobierno Nacional subsidia el combustible y el transporte
público, principal medio de transporte utilizado por los
trabajadores para desplazarse hacia sus respectivos lugares de
trabajo. Todo esto tiene como resultado el poder de compra más
grande de América del Sur, en relación al salario mínimo del país.
Mostramos a continuación una serie de relevamientos que ejemplifican
esto.
Un análisis comparado del poder de compra
del salario mínimo
Presentamos a continuación un gráfico que
ilustra en términos comparativos el salario mínimo en los
principales países suramericanos para el mes de Agosto de 2012, y su
capacidad de compra sobre algunos productos que componen la canasta
básica. Este trabajo es una actualización del documento elaborado
en el año 2010 por el compañero Ivan Heyn, a él nuestro cariño y
reconocimiento por su compromiso y militancia.
Gráfico: poder de compra y salario mínimo
en países sudamericanos
Fuente:
elaboración propia.
El color amarillo indica el país donde más
alcanza para comprar. El color verde indica el segundo país que le
sigue en poder de compra. Como puede observarse, Argentina es el país
con más poder de compra en la mayoría de los rubros, seguido por
Chile, Perú, Paraguay y Uruguay. Argentina es el país con el
salario mínimo con mas poder de compra en todos los productos menos
en Fideos y Lomo, donde se sitúa en segundo lugar, y en Pan, huevos
y papas. Por otro lado, resulta necesario señalar que el Argentina
posee el salario mínimo mas alto de suramérica.
Presentamos a continuación otro gráfico donde
presentamos la misma tabla pero para los combustibles y el transporte
público.
Fuente:
elaboración propia.
Como puede observarse, en el caso de la nafta y
del transporte público, Argentina también posee el mayor poder de
compra, seguido por Uruguay y Chile.
Finalmente adjuntamos a continuación una tabla
con los salarios mínimos en moneda local y en pesos por país
suramericano.
Fuente:
elaboración propia.
Conclusiones
Como hemos visto, el aumento de los precios de
las materias primas tiene un impacto a nivel mundial en el alza del
precio de los alimentos, afectando de esta manera a los sectores
vulnerables que son los que mayor porcentaje del salario destinan al
consumo de alimentos. Este impacto es más dramático en los países
exportadores de alimentos como es el caso de la Argentina, debido a
que la producción para la exportación, compite directamente con las
necesidades de la población.
Pese a esto, debido a las políticas de ingreso
implementadas por el Gobierno Nacional desde 2003 hasta la fecha, de
aumento del salario real, como así también el aumento de
jubilaciones y pensiones y asignaciones familiares que permiten el
sostenimiento del consumo y de la demanda, además de otros
instrumentos como las retenciones a las exportaciones, se ha logrado
mantener el poder de compra más elevado de América Latina en
términos comparativos.
Esto no quiere decir que no puedan seguir
implementándose medidas de mejoramiento del poder adquisitivo de
todos los ciudadanos, pero si muestra cuál es el horizonte y el
rumbo llevado adelante por el proyecto nacional y popular.